La inflamación crónica es destructiva, el DHA ayuda a recuperar la homeostasis general.
Un estado proinflamatorio afecta a todos los factores de riesgo cardiovascular.
Este estado se debe a un exceso de los residuos tóxicos en las células, principalmente ocasionado por los radicales libres (oxidantes) que se forman durante el metabolismo.
Nuestro organismo dispone de mecanismos naturales para equilibrar estas situaciones, pero debido a la alta contaminacion, a la mala alimentación y a hábitos tóxicos como el tabaquismo este mecanismo se ve superado por exceso de estos oxidantes, provocando una leve pero continua inflamación de nuestros tejidos que impulsará la aparición de factores de riesgo cardiovasculares (alteración de colesterol y triglicéridos, alteración en la tensión, obesidad, etc).