El DHA tiene grandes beneficios sobre las funciones cognitivas y la estructura cerebral.
Aproximadamente, el 60% del peso seco del cerebro es grasa, y de estas grasas, entre el 35-40% es DHA, este órgano solo tiene una proporción menor al 1% de EPA.
Esto nos indica que el DHA es estructural, es un ácido graso necesario para mantener el aislamiento eléctrico de los nervios (conservar la fidelidad de los mensajes) y para las conexiones entre los nervios (sinapsis) que permiten que la información fluya por todo el órgano.
Entendemos que esta grasa nos ayudó a convertirnos en lo que hoy somos, primates inteligentes.
En la vejez los omega-3 colaborarán en mantener la salud neuro-cognitiva, haciendo más resistencia a las enfermedades cerebrales propias de la longevidad.